El municipio de Montejaque, con una superficie de 46,60 km2, está situado al oeste de la provincia de Málaga e integrado en la comarca de la Serranía de Ronda.
Montejaque, al situarse en el límite de la provincia de Málaga con la provincia de Cádiz, hace frontera con municipios de ambas provincias. Dentro de la provincia de Málaga limita al norte y noreste con el municipio de Ronda y al este y sur con Benaoján, mientras que en la provincia de Cádiz limita al oeste con Villaluenga del Rosario y Grazalema.
Parte del término municipal de Montejaque está integrado en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y se extiende entre la Sierra de Grazalema, el valle del Guadiaro y la Sierra de Libar.
La orografía de Montejaque es accidentada y en ella destacan picos como el Peñón de Mures, con 865 metros, el Cerro Tavizna, con 899 metros, El Hacho, con 1.065 metros, y el Pico Ventana, con 1.298 metros. El río Gaduares cruza el municipio y da forma con su curso a la conocida travesía Hundidero-Gato, a unos 5 km del pueblo.
El pueblo de Montejaque está situado a los pies de la Sierra del Hacho, entre el Cerro Mures y el Cerro Tavizna, a una altura de 687 metros sobre el nivel del mar, a 21 km de Ronda y a 138 km de la ciudad de Málaga. Su casco antiguo, en la zona alta del pueblo, te encantará, lleno de lugares pintorescos, con su laberinto de calles estrechas, típicas de la época musulmana, y viviendas con sus fachadas encaladas.
Qué hacer y qué ver en Montejaque
Historia de Montejaque
Las referencias de presencia humana en Montejaque vienen desde la Edad de Piedra, en la Cueva del Hundidero. Más tarde, los romanos utilizaron las tierras de Montejaque para desplazarse, como demuestran los restos del puente romano sobre el río Campobuche.
Sin embargo, el origen del pueblo de Montejaque es árabe, al igual que el de su nombre, Monte-Xaquez, que significa “montaña perdida”. Durante esta etapa el municipio gozó de un gran progreso y se construyeron intrincadas y sinuosas callejuelas. En esta época existió un castillo medieval del cual solo queda su nombre en una finca conocida como la Finca del Castillo, desde donde se divisaba gran parte de la Serranía de Ronda.
Tras la conquista por parte de los Reyes Católicos, Montejaque fue entregado como señorío al Conde de Benavente, dejando de pertenecer a los arrabales de Ronda.
Durante el levantamiento de los moriscos en el siglo XVI, el alcalde de Montejaque sufrió varios atentados por colaborar con las tropas cristianas.
En la Guerra de la Independencia, durante la ocupación francesa, Montejaque jugó un papel activo al protagonizar un enfrentamiento bélico junto Benaoján, Cortes de la Frontera, Atajate y Jimera de Líbar en el que unos 200 vecinos se enfrentaron contra 700 franceses, resultando vencedores de la contienda a pesar de la inferioridad numérica.
Desde finales del siglo XIX, Montejaque ha ido sufriendo una despoblación paulatina, la cual se ha ido superando los últimos años gracias al turismo rural con la rehabilitación de casas antiguas. Su agricultura ocupa una pequeña parte dentro de la economía local y se basa principalmente en el cultivo olivar y cereal. Esto se completa con la cabaña de cabras, ovejas, vacas y cerdos.
Qué ver en Montejaque
A pesar del pasado árabe de Montejaque, los elementos de su patrimonio cultural, fuera del trazado y la estructura de sus calles y casas, son en su mayoría de una época posterior.
Para empezar a conocer el patrimonio cultural de Montejaque, puedes comenzar echando un vistazo a la Iglesia de Santiago el Mayor, construida a principios del siglo XVI y reformada durante el siglo XVIII. Esta iglesia es de estilo gótico tardío, consta de tres naves y en su interior destaca una bóveda de terceletes sobre el presbiterio y una decoración pictórica en la capilla de la nave del Evangelio. En el exterior destaca la torre de la iglesia que en su último cuerpo es octogonal.
Dentro del pueblo podrás ver también el Lavadero de la Fuente Vieja. Lo que antaño era el lavadero de Montejaque, donde las mujeres iban a lavar la ropa, tras una remodelación en 2009, se ha convertido en un centro de interpretación para mostrar la historia de una construcción que tuvo un papel fundamental en el municipio cuando aún no llegaba el agua a los hogares.
Fuera del pueblo de Montejaque, podrás encontrar la Ermita de la Virgen de la Escarihuela, la cual consiste en una pequeña ermita de una sola nave, con un pequeño altar en su interior y la imagen de la virgen.
Qué hacer en Montejaque
En Montejaque podrás realizar distintas actividades relacionadas con su entorno natural, y sobre todo relacionadas con la espeleología.
Esta actividad, que consiste en la exploración de cuevas y otras cavidades naturales, podrás llevarla a cabo en la conocida Cueva del Hundidero. Esta cueva, junto a la Cueva del Gato en Benaoján, forma parte de uno de los sistemas espeleológicos más grandes de España y el mayor de Andalucía, el complejo Hundidero-Gato. La cueva está localizada en el transcurso del río Gaduares y cuenta con más de 50 metros de altura en algunos puntos, en una travesía subterránea de 4 km de longitud.
Además, a la entrada a la Cueva del Hundidero, podrás presenciar el esqueleto de una antigua presa, el Embalse de Montejaque. Esta presa se fue perdiendo debido a los múltiples sumideros creados en la roca caliza, los cuales originaron filtraciones y esto produjo un vaciado continuo de la presa.
Para seguir ampliando tus conocimientos respecto a la espeleología, tendrás la oportunidad de visitar el Centro de Interpretación de la Espeleología. Aquí, a través de paneles, vitrinas expositoras y medios audiovisuales, podrás conocer la geología kárstica de las montañas que rodean el entorno de Montejaque, la formación de las cavidades y simas, la relación del hombre con las cavernas, la interrelación de la espeleología con el deporte y la ciencia, las técnicas de progresión espeleológica, sus específicas modalidades como el descenso de cañones y el espeleobuceo. También, podrás aprender sobre la topografía, la biospeleología, el material que se emplea, la fotografía subterránea y la importancia de la protección y conservación de las cavidades. Entenderás mejor la historia de Montejaque al saber más sobre los inicios de la presencia humana en el entorno del valle del Guadiaro, así como al conocer las simas y cuevas más significativas del municipio y de su entorno inmediato, tales como la Sima del Pozuelo, el Sistema Hidrogeológico Hundidero-Gato, la Cueva de la Pileta y, las más profundas de Andalucía, la Sima Gesm y la Sima del Aire.
En este centro podrás obtener información incluso del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Continuando la exploración del entorno natural de Montejaque, podrás realizar una ruta de senderismo que te llevará desde el mismo pueblo hasta los espectaculares Llanos de Líbar. En su recorrido disfrutarás de unas vistas espectaculares, entre fincas de olivar y fuertes desniveles, para acabar en la gran planicie de los Llanos de Líbar.
Una ruta circular en el entorno de Montejaque es la Subida al pico Ventana, situado en la Sierra de Juan Diego, dentro del Parque Natural de la Sierra de Grazalema y en el término municipal de Benaoján. Esta ruta te llevará hacia el antiguo camino que conectaba Benaoján y Villaluenga del Rosario a través del Puerto de Cufría y el Puerto del Correo. En la cima del pico Ventana podrás obtener unas vistas espectaculares. El descenso lo podrás realizar por la ladera de Monte Prieto.
Existen otras rutas que puedes hacer dentro o cerca del municipio de Montejaque, como la Ruta de la Ermita de la Virgen de la Escarihuela, la Ruta Zurraque – El Hacho o la Ruta de los Picos de Tunio y El Palo.
Entre estas rutas, te sorprenderá el gran contraste en la orografía de Montejaque, entre la Sierra de Montalate y la Sierra de Juan Diego, por cómo, a sólo dos kilómetros del pueblo, el terreno se abre inesperadamente y aparecen unos extensos prados donde pasta el ganado vacuno.
Finalmente, el municipio de Montejaque te proporciona otras opciones de hacer deporte gracias su polideportivo y su piscina municipal.
Fiestas tradicionales y celebraciones de Montejaque
En Montejaque, además de las fiestas típicas del calendario nacional y regional, podrás disfrutas de otras, algunas con cierta singularidad, que te harán adentrarte en las costumbres y la tradición del municipio.
Para empezar, el Carnaval en Montejaque está catalogado como una Fiesta de Singularidad Turística Provincial. Se celebra el 28 de febrero, coincidiendo con el Día de Andalucía. Durante esta fiesta se realizan los Juegos del Cántaro, en los que los participantes colocados en círculo se lanzan un cántaro los unos a los otros, abriendo cada vez más el círculo y quedando eliminado a quien se le caiga.
A mediados de mayo tienen lugar las Fiestas en honor a la Virgen de la Concepción. Se tratan de las fiestas patronales en las que se saca en procesión a la Virgen de la Concepción por las calles de Montejaque, acompañada de la banda musical. Al día siguiente, también acompañada de la banda musical, se traslada la patrona hasta la Ermita de la Virgen de la Escarihuela, donde se organiza una paella popular. Las fiestas están acompañadas de actuaciones musicales, lanzamiento de fuegos artificiales, pasacalles y fiesta infantil, todo ello en un ambiente de celebración.
En los meses de verano podrás disfrutar de dos fiestas distintas, una la Fiesta de Santiago, celebrada a finales de julio con dos días de celebración, y otra la Feria de Montejaque, a mediados de agosto, heredera de las antiguas ferias de ganado que, como en muchos municipios, se celebraba en Montejaque. En ella se suceden actuaciones, concursos, competiciones deportivas y fiestas infantiles, entre otras actividades.
Gastronomía de Montejaque
La gastronomía de Montejaque está representada por los productos tradicionales de la Serranía de Ronda. Sin embargo, en este municipio destaca especialmente la industria chacinera, la cual está presente en el plato más típico, el guiso de patas con un trozo de cada parte del cerdo. Pero las chacinas no son los únicos productos típicos de Montejaque, pues también hay que destacar la calabaza, los chícharos, las alcachofas y la carne de chivo.
Aparte del guiso de patas, en Montejaque podrás degustar otros exquisitos platos como la torta de chicharrones o el puchero con garbanzos. También son típicos los molletes hechos a mano y las mermeladas caseras elaboradas con productos autóctonos.
Todos estos platos los podrás acompañar de mistela, una bebida alcohólica artesanal elaborada con ingredientes naturales y un sabor muy original.
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