El municipio de Alozaina, con una superficie de 34 km2, se sitúa al noroeste de la provincia de Málaga, a 52 kilómetros de la ciudad de Málaga. Es uno de los nueve municipios que conforman la comarca de la Sierra de las Nieves.
Parte del territorio de Alozaina se extiende por la vertiente oriental del Parque Natural de la Sierra de las Nieves y limita al norte y al noroeste con el municipio de Casarabonela, al este con el de Coín, al sur se sitúa el municipio de Guaro, al suroeste el municipio de Tolox y al oeste el de Yunquera.
Alozaina se extienden desde el valle del río Grande, afluente del río Guadalhorce, al sur, hasta la cima de Sierra Prieta, al norte. Parte de sus tierras sirven de transición entre el Valle del Guadalhorce y las montañas orientales del Parque Natural de la Sierra de las Nieves. Su visita te permitirá disfrutar de un paisaje natural variado, encontrando en las laderas de Sierra Prieta (1.525 m) sus más bellos parajes, especialmente el de Las Ventanillas.
En Alozaina se trabaja fundamentalmente en la agricultura, en cultivos de olivos, sobre todo para aceituna de mesa, así como frutales y cereales.
La estructura urbanística del pueblo de Alozaina hereda su origen musulmán, especialmente en su parte más antigua, con calles pendientes, laberínticas y estrechas, a veces sin salida, con relucientes fachadas blancas y escondidos rincones, dominados por vistosas y llamativas flores.
Qué hacer y qué ver en Alozaina
Historia de Alozaina
La presencia humana en tierras del municipio de Alozaina se remonta al paleolítico superior, tal y como atestigua algún hallazgo que se conserva en el Museo Provincial de Málaga. En estas tierras, a lo largo del tiempo también se asentaron, primero íberos y fenicios, y posteriormente romanos, tal y como demuestran otros hallazgos encontrados, como una pequeña necrópolis en el Cerro de Ardite y otros en el partido del Monte y en la zona del Valentín.
Con la llegada de los musulmanes se construyen en Alozaina las atalayas de Ardite y de «Aloçaina», la cual se convertiría en una pequeña fortaleza, dando origen a la villa y nombre al pueblo, el cual significa «pequeño castillo».
En el siglo VIII ya se habían introducido explotaciones agrícolas en Alozaina y, durante toda la dominación árabe, el núcleo urbano fue evolucionando, construyéndose nuevas casas alrededor de las murallas de la fortaleza. Su economía estaba basada en la agricultura, con la producción de pasas, ceretes de higos, aceite de oliva, almendras y, sobre todo, agrios y otros cultivos de regadío en la zona de Jorox. Actualmente, una de las acequias que se destinaban al regadío se denomina Acequia del Moro.
Con la reconquista por las tropas cristianas en 1484, las cosechas de Alozaina fueron destruidas y la villa sufrió una despoblación, repoblándose con cristianos viejos entre 1485 y 1490 a través de Carta Real. En 1492 Alozaina fue declarado municipio.
En el segundo tercio del siglo XVI con la sublevación morisca, la villa de Alozaina fue nuevamente atacada y defendida en este caso por sus habitantes de origen cristiano. La heroína María Sagredo, vecina del pueblo, fue quien lo defendió de la incursión morisca.
A mediados del siglo XIX la villa de Alozaina vivió una época muy próspera. Tenía cerca de 4.000 habitantes, existían dos molinos de zumaque, nueve de aceite y seis de harina. La afición a la música era tal que, aparte de la banda municipal, se fundó un coro parroquial y se hacían representaciones de zarzuelas. Se editaba un periódico, El Reformista Administrativo y, además, contaba con tres librerías.
Se dice que Alozaina fue el primer pueblo de España en empezar a recolectar aceituna de verdeo, es decir, aceitunas de mesa. En la actualidad, esta actividad es una de las principales fuentes de ingresos de la economía del municipio.
Qué ver en Alozaina
Al recorrer las calles del pueblo podrás ir viendo que Alozaina guarda una arquitectura y un trazado fundamentados en la época árabe. Calles con pendientes, laberínticas y estrechas, en ocasiones sin salida, con fachadas que relucen y rincones escondidos que están repletos de hermosas y atractivas flores. Las casas tradicionales predominan aún en la zona antigua de Alozaina, contrastando las más nobles y señoriales ubicadas en plazas y calles principales, con otras de origen más humilde. Las primeras tienen por lo general dos o tres plantas, una amplia portada y ventanas y balcones con hermosos enrejados; mientras que las segundas no superan las dos plantas y son de poca altura. Entre estas casas podrás ir viendo algún que otro monumento que forma parte del patrimonio cultural de Alozaina, así como de su historia.
Uno de estos monumentos viene de la época nazarí, cuando existió un castillo en Alozaina del cual tan solo se conserva parte de una torre y restos de la muralla. Esta torre tiene el nombre de Torreón de María Sagredo, en honor a las hazañas que desempeñó esta mujer para la defensa del pueblo en la rebelión morisca. Lo que resta de los alrededores del torreón, es fruto de una reconstrucción realizada a mediados del siglo XX, la cual permitió recuperar parte del castillo para uso ciudadano. Además, del sentido histórico que posee el castillo, es un excelente mirador, conocido como Parque Mirador, desde el que se puede apreciar la Hoya de Málaga y Sierra Prieta.
Un ejemplo de convivencia pacífica entre moros y cristianos se encuentra en la necrópolis del poblado de El Albar y la Ermita Hoyos de los Peñones, construidas en el siglo VIII, cuando los mozárabes llegaron a la Península Ibérica y se instalaron en la Sierra de las Nieves. Se encuentra junto a la carretera de que lleva a Casarabonela y está compuesta por un habitáculo y una iglesia semi-rupestre de origen eremítico. La cara sur de la peña se utilizó como cabecera de la nave de la iglesia y de ella sólo quedan restos de pavimento. La necrópolis se encuentra muy cercana a la zona de la iglesia y en ella se encuentran excavadas ciento veintiuna tumbas.
Completando el conjunto de Los Peñones encontrarás la Fuente “El Albar”.
A finales del siglo XVIII se construyó en Alozaina la Iglesia de Santa Ana, por Felipe Pérez. Fue construida sobre el emplazamiento de la antigua iglesia y, probablemente, aprovechando parte de la estructura anterior. Su planta es de cruz latina y su interior de una sola nave con cubierta de madera. Tiene una fachada de ladrillo rojo con arco de medio punto sobre pilastras toscanas. La torre es de planta cuadrada y se torna octogonal en el cuerpo de campanas.
Ubicado a la entrada del pueblo de Alozaina y construido en 1951, podrás ver el Arco de Alozaina, uno de los elementos más significativos del municipio. Se llevó a cabo para conmemorar el pasado árabe del pueblo y se convirtió en pórtico de entrada a Alozaina, con una estructura urbanística fácilmente identificable como árabe, sobre todo en su parte antigua.
Para terminar, un pequeño espacio de sacralización y carácter religioso, es representado por la Hornacina Cruz Villa. En su interior está “la Cruz de la Villa” adornada con flores y velas que los propios vecinos de Alozaina le han puesto. La cruz se encuentra cuidada y protegida por una reja de forja artesanal y un pequeño tejado.
Qué hacer en Alozaina
Alozaina, al igual que la mayoría de municipios de la zona, el entorno natural representa el atractivo principal a la hora de realizar actividades, marcado por la integración del municipio en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves.
No obstante, antes de salir del pueblo para explorar el entorno de Alozaina, podrás aumentar tus conocimientos sobre el municipio y su historia realizando una visita al Museo de aperos y costumbres populares y tienda de artesanía. Se trata de una empresa social dedicada a recuperar los oficios artesanos que forman parte del patrimonio cultural andalusí. En ella se trabajan oficios ancestrales como la alfarería, cerámica, orfebrería y elaboración de juguetes tradicionales, así como un compendio de manualidades complementarias. Sus artículos se exhiben con gran autenticidad y exclusividad, y podrás comprar productos elaborados.
Después de conocer un poco más sobre las costumbres de Alozaina, es hora de que empieces a conocer la maravillosa naturaleza que esconde el municipio. En lo que a esto respecta, existe un lugar entre la Sierra de las Nieves y la comarca Valle del Guadalhorce que es un enclave natural con una gran variedad paisajística. Se trata del valle del río Jorox, una pequeña dehesa que arranca en el diseminado rural de Jorox, dentro del término municipal de Alozaina. Su manantial, que da origen al río, se distribuye por una completa red de acequias y albercas de origen árabe, que era utilizada como fuerza motriz en un total de nueve molinos, así como para el riego de los huertos en sus correspondientes bancales. Estos nueve molinos de harina que existieron junto al cauce del río Jorox se encuentran en la actualidad en desuso, pero se ha conseguido que algunos de ellos sigan en buen estado.
La principal peculiaridad de este valle es el contraste que ofrece el cañón que sirve de cabecera al arroyo y las huertas y frutales que acompañan al curso del mismo durante su primer tramo. En esta zona encontrarás numerosas grutas y simas, lo que lo convierte en uno de los enclaves preferidos para la espeleología.
Además, para que puedas conocer mejor todo el ámbito natural de Alozaina, hay dos rutas de senderismo que podrás realizar y, así, conseguir una total conexión con la naturaleza.
Uno de estas rutas es el Sendero Fuente Techá – Sierra Prieta PR-A 273, la cual se inicia en la confluencia entre Cañada de Fuente Techá y Sierra Prieta y te llevará en dirección a la formación rocosa de Las Ventanillas. En este tramo la ruta transcurre por una zona de matorral y bosquetes de pinos. Desde Las Ventanillas prosigue la ascensión comenzando a mostrar vegetación de montaña hasta llegar a la cumbre de Sierra Prieta. Para descender podrás tomar el mismo camino de ida o una variante que conduce al mismo lugar. El sendero cuenta con 5 km de longitud, una dificultad alta y una duración estimada de tres horas y media.
Otra ruta con 9 km, dificultad alta y cuatro horas de duración solo de ida encontrarás el Sendero Alozaina – Siete Fuentes PR-A 272. Se inicia junto al casco urbano de Alozaina y desde el principio te llevará en ascenso hasta el Llano de Zaralejo. A partir de aquí el recorrido va por una antigua senda que se corta por el carril de Sierra Prieta, desde donde podrás escoger ir hacia el Puerto de Pino Alto desde la Senda de la Cañada del Tío Felipe o por la Senda del Romeral, pero no tienes por qué meditarlo demasiado, ya que podrás subir por una y bajar por otra. Una vez pases este tramo te quedará poco que continuar por la antigua Fuente de Sierra Prieta y terminar la ascensión de la ruta.
Fiestas tradicionales y celebraciones de Alozaina
A lo largo del año, en Alozaina tienen lugar una serie de celebraciones que te mostrarán la cultura, las costumbres y las tradiciones de este pueblo de la Sierra de las Nieves. Además, para muchas de estas celebraciones, Alozaina cuenta con un coro rociero, que interviene sobre todo en la Romería de la Santa Cruz de Jorox, un grupo de baile, para su actuación el Día de Andalucía y en las ferias patronales, una banda de música, la más antigua de la provincia de Málaga, y un grupo de teatro conocido como Grupo de La Pasión, que rescatan una tradición perdida tras la Guerra Civil, la representación de la Pasión en vivo cada Semana Santa.
A finales de febrero podrás disfrutar del Carnaval de la Harina, el cual goza de un gran reconocimiento por la fiesta tan singular con la que se inaugura, la Fiesta de la Harina. Aquí, además de los tradicionales concursos de disfraces y coplas de Carnaval que tienen lugar en la plaza principal de Alozaina durante la noche del sábado, los vecinos y visitantes llevan consigo bolsas llenas de harina para “blanquear” a quien se encuentren a su paso. En estas fiestas, además, es típico “el baile de la rueda” y el Entierro de la Sardina.
Durante la Semana Santa, el Cristo de la Vera Cruz se saca en procesión. Para ello es trasladado a la Iglesia de Santa Ana el sábado anterior al Domingo de Ramos y devuelto a su lugar de culto el domingo siguiente al Domingo de Resurrección.
El primer domingo de mayo tiene lugar la Romería de la Santa Cruz de Jorox, coincidiendo con las Cruces de Mayo. El día anterior se adornan las cruces con flores por todo el pueblo de Alozaina. El domingo, la Santa Cruz de espejo y cristal, cuidadosamente adornada con flores, es trasladada en una carroza hasta Jorox, donde se encuentra la ermita y en su interior el Cristo de la Vera Cruz. Una vez en la ermita se celebra una misa rociera y, después, cada familia o grupo de amigos se reúne para pasar un día de convivencia en el campo, donde no falta la comida, la música y el tradicional baile de Alozaina “Los Fandangos de Jorox”.
También en mayo, se celebra la Rebelión Morisca y la defensa de María Sagredo y, en honor a su nombre, se rememora el día en que esta heroína defendió Alozaina de un ataque de los moriscos. Para ello los propios vecinos del pueblo representan esta escena.
En verano, a finales de julio tiene lugar la Feria de Santiago y Santa Ana. Con esta feria, Alozaina inaugura las ferias de verano en la Sierra de las Nieves. Esta comienza con el tradicional chupinazo y un espectáculo de fuegos artificiales. La feria nocturna se desarrolla en el Parque Mirador, lugar emblemático de Alozaina, donde podrás disfrutar de música y baile hasta el amanecer. El 25 de julio se saca en procesión a la imagen de Santiago y el 26 a la de Santa Ana, esta última portada únicamente por mujeres.
Finalmente, en septiembre podrás asistir a la Feria de la Aceituna, la cual está también dedicada a la Virgen María, puesto que el día 12 de septiembre Alozaina celebra la onomástica de Señora con la procesión de la Virgen Inmaculada. En esta fiesta podrás degustar aceitunas de mesa y disfrutar con cánticos y sardanas.
Gastronomía de Alozaina
La gastronomía de Alozaina es la típica de la comarca de la Sierra de las Nieves, sin embargo, como ya habrás podido comprobar, hay un producto que destaca y que es muy representativo del municipio, la aceituna de mesa. En la tradición de Alozaina, la aceituna de mesa aliñada representa el producto estrella y uno de los platos más típicos de la localidad.
Además, otros platos típicos que podrás degustar en Alozaina son el potaje con bacalao, la porra con huevo, el pan de higo o los rosquillos fritos con azúcar.
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