Casas Rurales en Valle de Abdalajís
Casas rurales cerca de Valle de Abdalajís
Valle de Abdalajís
Qué ofrece el entorno de tu casa rural en Valle de Abdalajís
El municipio de Valle de Abdalajís, en la provincia de Málaga, en Andalucía, y con 21,40 km², está situado al norte del Valle del Guadalhorce y al sur de la comarca de Antequera, comarcas en la que se integra según diferentes delimitaciones.
El término municipal de Valle de Abdalajís está conformado en parte por la Sierra de Abdalajís, de 1.195 metros de altitud, situada al oeste del municipio y de naturaleza caliza, dando lugar a un paisaje kárstico y abrupto. Al este se extienden una serie de lomas de origen arcilloso, con suaves cerros como el cerro del Camello, el cerro del Castillo y el cerro de Los Candilitos. Entre estas formaciones discurre el Arroyo de las Piedras donde el paisaje está formado por un relieve más suave, de lomas y ondulaciones cubiertas de olivares, almendros y cereales. Estas diferencias de cotas entre estos suaves cerros y el valle, así como las condiciones climatológicas existentes en la zona, sus excelentes corrientes térmicas, hacen al municipio y a su entorno un lugar idóneo para la práctica de deportes como el Ala Delta y el Parapente. Es por ello que el Valle de Abdalajís es conocido con el sobrenombre de Capital del Vuelo Libre.
El clima del Valle de Abdalajís es mediterráneo con un nivel de pluviometría de unos 600 l/m² anuales y en su vegetación, acorde con este clima, abundan el monte bajo de matorral y la vegetación xerófila debido al clima seco y caluroso.
La Sierra de Abdalajís alberga una interesante fauna entre la que se encuentran un considerable número de especies protegidas como son el búho real, la cabra montés, el buitre leonado, el águila real, la culebra de escalera, la culebra de herradura, el gato montés, la jineta o el lagarto ocelado.
El pueblo de Valle de Abdalajís está situado al pie de la sierra que le da su nombre, a 358 metros sobre el nivel del mar, a 21 km de Antequera y a 50 km de la ciudad de Málaga. Su especial situación entre dos elevaciones provoca, a menudo, fuertes vientos y ocasiona en verano una menor insolación debido a la sombra generada por la sierra, dando lugar a unas temperaturas medias en las noches de verano menores a las de otros pueblos de su entorno.
Las dos actividades principales de ocupación en la localidad de Valle de Abdalajís son la construcción y la agricultura, donde predominan cultivos herbáceos como la veza para forraje, el trigo, la cebada y el centeno, y leñosos como el naranjo, el olivar y el almendro.
Otro sector en auge en Valle de Abdalajís es el turismo rural, donde su extraña orografía le dota de inmejorables condiciones para la práctica de deportes como parapente, ala delta y otros relacionados con el vuelo libre, así como escalada, senderismo y paseos en bicicleta o a caballo.
La presencia del hombre en tierras del actual municipio de Valle de Abdalajís se remonta al Paleolítico como atestiguan varios yacimientos arqueológicos repartidos por el municipio tales como los del Nacimiento y Cerro del Castillo. De su pasado se conserva un extenso patrimonio arqueológico expuesto en el Museo Municipal.
Pero la localidad de Valle de Abdalajís tiene su origen en la antigua Nescania romana, a la que se le concedió el título de Municipium Flavium en el año 70 d.C., siendo emperador de Roma Vespasiano. Una ciudad con gran vida e importancia en su entorno próximo tal y como atestiguan epigrafías halladas en excavaciones realizadas, entre las que destaca una Peana o monolito de piedra caliza, tallado con forma de paralelepípedo que sirvió como pedestal para una estatua y que se encuentra expuesto en el museo etnográfico de la localidad. Además, otras esculturas expuestas en el Museo Arqueológico de Málaga y en otros tantos museos, además de en colecciones particulares, entre las que destacaban las de Séneca, Trajano y un Baco, certifican la importancia de esta ciudad en la época romana.
Otro yacimiento arqueológico monumental de primer grado en Valle de Abdalajís es la Villa Romana del Canal, en la localización del mismo nombre y cercano al emplazamiento conocido como El Higuerón y al actual colegio público del pueblo. Se trata de los restos de una villa rústica romana del siglo II, de planta simple, con una zona porticada dentro del patio interior.
Tras la destrucción de la ciudad romana por parte de los pueblos bárbaros, vándalos y visigodos a mediados del siglo IV, toda la región quedó despoblada durante varios siglos hasta la llegada de los árabes, a los cuales debe su nombre, Abd-el-Aziz, hijo de Muza, en referencia al primer mahometano que se instaló en estas tierras. De esta época fue el castillo de Hinz-Almara, que formaba parte del cinturón defensivo de Antequera.
Tras la finalización de la reconquista de la provincia de Málaga por parte de las tropas cristianas, buena parte de los campos del Valle de Abdalajís pasaron por repartición, a manos de Alfonso Pérez de Padilla y Corbos, cuyos descendientes gobernaron la villa como Señorío Jurisdiccional desde 1559 hasta las Cortes de Cádiz en 1811.
Al comenzar la guerra civil española, el Valle de Abdalajís cayó en zona republicana. Su sierra formó parte de la línea de frente en la guerra civil y fue la muralla que defendió Málaga del avance de las tropas franquistas entre julio de 1936 y febrero de 1937, que cae en manos nacionalistas.
La represión franquista en este pueblo fue atroz, con casi cien fusilados que aún yacen en diversas fosas comunes existentes en el municipio, teniendo mucha influencia la vida guerrillera en la sierra después de la contienda por parte de refugiados del bando republicano, formando partidas como la de Los Pataletes a la de Diego el de la Justa, y protagonizando enfrentamientos armados contra efectivos de la Guardia Civil.
Fruto de esta situación, la convivencia diaria durante la dictadura franquista se hizo difícil tal y como queda fielmente retratada en la película «Le mur des oubliés», película de producción francesa dirigida por Joseph Gordillo, hijo de un vallestero, Premio «Fuera Fronteras» en el Festival de Cortometrajes Clermont-Ferrand.
La parte alta del pueblo de Valle de Abdalajís es la más antigua y mantiene el típico trazado urbano árabe. En esta zona se levanta el Palacio de los Condes de Corbo, que data del siglo XVI.
Junto a él, se alza la iglesia parroquial, Iglesia de San Lorenzo, inicialmente capilla anexa del palacio antes mencionado, terminada en 1559 y reformada en el siglo XVIII. En su interior acoge las imágenes del patrón, San Lorenzo Mártir, San José, la Virgen del Carmen, y de Madre Petra de San Juan, nacida en Valle de Abdalajís y beatificada en 1994.
Entre la iglesia y el palacio encontrarás el Museo Valle de Abdalajís, en él podrás observar multitud de piezas arqueológicas como brazaletes, cerámicas, bustos, monedas o arcas funerarias procedentes de yacimientos, así como exposiciones temporales de utensilios que te permitirá conocer en profundidad las costumbres, las tradiciones y la vida de los vecinos de estas tierras desde los años más antiguos.
Convento Residencia San José de la Montaña, de gran valor arquitectónico y religioso.
Resulta también de interés la Ermita del Cristo de la Sierra, situada en la ladera de El Picacho, desde el que podrás disfrutar de unas excepcionales panorámicas, tanto de la localidad de Valle de Abdalajís, como de la Sierra de Abdalajís. Data del siglo XVIII y reconstruida a mediados del siglo pasado, en su interior alberga al Santísimo Cristo de la Sierra.
Junto a ella y subiendo unas escaleras construidas sobre piedra caliza, podrás acceder al Mirador del Gangarro y certificar las excepcionales panorámicas.
Debemos reseñar también la Fuente de Arriba, situada en la Plaza de la Virgen de los Dolores; el agua fluye por dos gruesos caños de bronce, incrustados en un frontal realizado en roca caliza del lugar, al igual que el pilar. Es la fuente más antigua de la localidad, ya a mediados del siglo XVI se la conocía como fuente del Nogal. El manantial que la surte nace en la calle adyacente.
Ubicado en la salida del municipio, en dirección Antequera encontrarás el área recreativa de Los Lavaderos. Las aguas que los abastecen brotan en una poza rectangular bordeada por cuatro piedras de lavar a ras de suelo en cada lado. Estos han sido restaurados con fines recreativos. A unos 50 metros se ubica una zona recreativa a la sombra de unos eucaliptos donde podrás comer.
El municipio de Valle de Abdalajís ofrece unos entornos naturales excepcionales para la práctica de actividades en contacto con la naturaleza, como La Escalada, donde gracias a la gran pared vertical de roca caliza que es la Sierra de Abdalajís, los amantes de la escalada podrán disfrutar de cuatro zonas de escalada con siete sectores y 111 vías, con una altura media de estos puntos de 25 metros, alcanzando una altura máxima de 35 metros y con un nivel de dificultad medio y bajo en la mayoría de los circuitos.
Debido a su localización, orografía y condiciones climatológicas, EL Valle de Abdalajís es un lugar idóneo para la práctica de deportes como el vuelo libre, de hecho, recibe en sobrenombre de Capital del Vuelo Libre.
Siguiendo un orden cronológico, las festividades que destacan en Valle de Abdalajís son:
Día de la Candelaria, durante la noche del 2 al 3 de febrero. Los vecinos se reúnen en torno a hogueras que arden hasta bien entrada la madrugada, en un ambiente festivo y familiar.
La Semana Santa que tiene lugar en los meses de marzo o abril, con la participación de dos cofradías, la Cofradía de María Santísima de los Dolores y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
La Romería del Cristo de la Sierra que se celebra durante el primer fin de semana del mes de mayo y comienza con la bajada del Cristo, el jueves previo al primer domingo de mayo, desde la ermita enclavada en la sierra hasta la iglesia donde tiene lugar el Pregón de la Romería. El viernes tiene lugar la salida de todos los romeros y romeras en carrozas desde Málaga, en peregrinación, realizando ofrendas y actos de reconocimiento ante otras imágenes, como la Virgen de la Victoria en Málaga o la de la Fuensanta en Álora, hasta llegar el sábado por la tarde al Valle de Abdalajís, donde tiene lugar una misa romera y una ofrenda floral. El domingo, tiene lugar la romería propiamente dicha en el enclave conocido como «El Canal» para finalizar en la Ermita con una Misa Romera de Acción de Gracias.
Corpus Christi que se celebra el domingo posterior al sextagésimo día después del domingo de resurrección.
La Noche de San Juan, en la que los jóvenes del pueblo rocían de agua a todo aquel que se encuentre en la calle, desde puertas, balcones, ventanas o en la propia calle con cubos, mangueras o globos.
El Festival de Verdiales se celebra en julio y acoge a un considerable número de pandas que compiten entre ellas.
La Feria de Agosto, son las Fiestas Mayores del pueblo tienen lugar en torno al día 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, patrón local y tienen una duración aproximada de 4 días.
La gastronomía del Valle de Abdalajís está basada en los productos de la tierra como las verduras y hortalizas, la carne de cabra y los productos derivados de ésta (leche, queso, calostros), las almendras, las naranjas y limones, el aceite y el trigo. Con un recetario influenciado por la tradición musulmana donde se mezclan el dulce y el salado o el amargo y el dulce en platos de fuerte sabor y aroma.
Así, destacan platos fríos como la porra, las migas, el pimentón, la ensaladilla de pimientos asados, el salmorejo de patatas y la pipirrana. También platos calientes como el gazpacho caliente, el gazpacho de pescada, el aliño de caracoles, la sopa de ajo, la sopa de espárragos, la olla, las gachas, el aliño de chivo o el conejo al ajillo. Postres como las tortas de aceite, los roscos de naranja, los tejeringos o el granizado de almendra que, a menudo, se acompaña con canela.
En Semana Santa se elaboran las torrijas, los pestiños y las tortas de canela. En Navidad son típicos los mantecados de aceite o los de manteca, los de almendra, las empanadillas y los roscos de aceite. Además, los productos cárnicos tradicionales como salchichones, chorizos, o morcillas; los quesos de cabra; las frutas, como higos, brevas, naranjas o limones.
Preguntas frecuentes sobre las casas rurales en Valle de Abdalajís
¿Cuáles son los pueblos más bonitos que puedes visitar cerca de Valle de Abdalajís?
Valle de Abdalajís te ofrece la posibilidad de alquilar una casa rural en cualquier zona de su término municipal. Independientemente de cual sea tu elección, no dejes de visitar los siguientes pueblos, los más bonitos cercanos al municipio:
- Antequera
- Álora
- Ardales
¿Cuánto cuesta alquilar una casa rural en Valle de Abdalajís?
El precio de alquiler habitual de una casa rural en Valle de Abdalajís es de 20 € por persona y noche, aunque depende de la temporada en la que quieras reservar.
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