Casas Rurales en Constantina

El municipio de Constantina con 483 km² se extiende por la Sierra Norte de Sevilla, en Andalucía. Su territorio municipal forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla.

El pueblo de Constantina se encuentra a 555 metros sobre el nivel del mar y a 87 kilómetros de Sevilla. De origen celta, fue poblado por los romanos, con una ubicación estratégica junto a la vía Emérita que comunicaba el Valle del Guadalquivir y Lusitania, además su territorio fue clave en el aprovechamiento de los recursos naturales relacionados con la minería del cobre y la plata.

El entorno del municipio de Constantina está formado por amplias dehesas que se alternan con frondosos bosques, propiciando una actividad fundamentalmente ganadera, con toros bravos, cerdos ibéricos, caballos, etc.; donde destacan industrias agroalimentarias como almazaras, fábricas para la elaboración de aceituna de mesa, bodegas, cárnicas para la elaboración de productos derivados del cerdo, industrias para la elaboración de mermeladas y destilerías de licores donde destacan la fabricación de anisados. 

Para los aficionados a la micología, Constantina es un buen lugar para la recolección de setas.

El municipio de Constantina cuenta con una amplia red de vías pecuarias ideal para la práctica de actividades como bicicleta de montaña, paseos a caballo y senderismo. Destacan senderos como el Sendero Los Castañares, el Sendero Molino del Corcho que transcurre por la rivera del Huesna, el Camino de la Jurdana y el Sendero al Cerro Hierro.

El pueblo de Constantina, declarado conjunto histórico artístico, atesora un rico patrimonio monumental, entre sus monumentos destacan la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, templo mudéjar perteneciente al siglo XIV sobre el que se intervino en el siglo XVI construyendo una magnífica torre-fachada cuya imagen caracteriza el perfil de la localidad; la Iglesia de Nuestro Padre Jesús, del siglo XVIII y de estilo barroco sevillano; la Iglesia de la Concepción, de estilo barroco, del siglo XVIII; el Convento de Santa Clara que conserva sus portadas barrocas del siglo XVIII; el antiguo Convento del Tardón, en la actualidad casa de vecinos y que conserva el ambiente mudéjar propio de los conventos del siglo XVI de esta zona, y en especial el Castillo, Bien de Interés Cultural y cuyo edificio actual data de la época árabe, defendía el eje norte-sur con destino Sevilla, el conjunto se compone de un gran patio de armas, un aljibe semienterrado, con ocho torres y  la entrada con la torre del homenaje.

Del centro histórico de Constantina destaca el Barrio de la Morería, donde se alzan viviendas, la mayoría de estilo señorial, con una arquitectura organizada en torno a un patio central y con fachadas de estilos neoclásico y regionalista, entre las que destaca la Casa Palacio de los Condes de Fuente el Salce, situada en la Plaza de España.

Otros monumentos de interés en Constantina son la plaza de toros situada en la zona de la feria, la Ermita Nuestra Señora del Robledo, situada a 2 km del casco urbano por la carretera en dirección a Las Navas de la Concepción; Los Pozos de la Nieve, un edificio rústico de carácter civil, situado a 2 km de Constantina, junto al cruce de las carreteras que van hacia Cazalla de la Sierra y San Nicolás del Puerto.

Del calendario festivo de Constantina destacan El Carnaval, en febrero; la Semana Santa que con gran tradición, se escenifica el Domingo de Ramos, el Jueves Santo, el Viernes Santo, el Sábado Santo y el Lunes de Gloria; las Fiestas y Feria de la Virgen de Robledo que tienen lugar en agosto; la Romería de la Virgen de Robledo que se celebra en Septiembre; y las Jornadas Micológicas, en el mes de noviembre.

En la gastronomía de Constantina están muy presentes las carnes de caza, las chacinas, embutidos y productos derivados del cerdo. Pero también y dependiendo de la época del año, son típicos otros productos. Así pues, en primavera toman protagonismo los platos elaborados con espárragos, collejas, tagarninas e hinojos, bien en tortilla o aderezados con salsas elaboradas por condimentos muchos de ellos autóctonos. En verano, los gazpachos y ensaladas son elaborados con verduras de la huerta local; también es un buen momento para degustar las ancas de rana rebozadas.  En otoño, las setas de álamo, los níscalos y las gallipiernas adquieren su gran protagonismo. Finalmente, en invierno la carne de caza y las migas, acompañadas por las chacinas, el jamón ibérico y otros productos derivados del cerdo como  la caña de lomo, el morcón, los chorizos y las morcillas, te harán sentir las delicias del paladar.Todo ello acompañado por los excelentes vinos de la zona y aderezado con aceite de oliva virgen producido en su propia almazara. Mención especial merecen sus magníficos licores anisados donde destaca la crema de guindas.