3 rutas de senderismo para realizar en Alcaucín

Son numerosas las rutas y senderos que transcurren por el territorio municipal de Alcaucín, donde tendrás ocasión de disfrutar de entornos naturales fascinantes, especialmente si se desarrollan dentro del parque natural.

Sin embargo, hay tres rutas de senderismo que sobresalen del resto por su belleza, su recorrido o su singularidad, y ese es el caso de las tres que conocerás a continuación y que puedes recorrer desde tu casa rural en Alcaucín.

Subida a La Maroma

Bajo la señalización PR-A 352 transcurre el sendero de Subida a La Maroma por su vertiente noroeste, que parte del Área Recreativa El Alcázar. Un sendero de unos 20 km entre ida y vuelta, con un nivel de dificultad alto o muy alto y un desnivel de unos 1220 metros.

El sendero se inicia en el Área Recreativa El Alcázar, se desarrolla por la zona norte de la cabecera del arroyo del Alcázar y discurre por discretas laderas con suaves pendientes. Además, pasa cerca de sobrecogedores tajos y desfiladeros, por lo que aconsejan no desviarse del itinerario.

Inicialmente, es más ancho y cómodo hasta llegar a la Loma de las Víboras, situada a unos 1400 metros de altitud, pero a partir de aquí el camino se hace más angosto y difícil.

En tu ascenso podrás disfrutar de maravillosos paisajes del entorno más inmediato y, a medida que vas subiendo, el plano de visión se va ampliando con unas panorámicas cada vez más abiertas y un horizonte más lejano.

Ya a la altura de la Loma de las Víboras, tendrás ocasión de obtener unas vistas envidiables, con la Sierra Gorda de Loja al noroeste y el Poljé de Zafarraya a sus pies. Un poco más al este se encuentra la Sierra de Parapanda y, marcando el horizonte, Sierra Mágina, al sur de la provincia de Jaén. Si cambias la mirada al oeste, podrás contemplar en primer plano el Embalse de la Viñuela, en cuyas aguas se reflejan las montañas de la Baja Axarquía y, al fondo, la silueta del Parque Nacional Sierra de las Nieves. Más al norte se alzan la Sierra de Enmedio, la Sierra de Camarolos y la Sierra de Alhama.

Desde la Loma de las Víboras y siguiendo el pequeño camino, que en algunos momentos se hace casi invisible, llegarás a la zona conocida como la Fuente del Espino, para después bordear el Tajo Fuerte, situado a 1820 metros, y el Cerro Mojón, a 1910 metros. Una vez en este punto, podrás ascender a La Maroma, a 2068 metros, por su ladera noroeste. Este es el pico más alto de la provincia de Málaga.

Durante el recorrido, no solo tendrás ocasión de disfrutar de maravillosas panorámicas, sino que podrás observar las numerosas especies que conforman la flora de estos parajes. Apreciarás cómo va aumentando o disminuyendo la presencia de unas con respecto a otras en función de la altura y sentirás el aroma de algunas de ellas, como el abrótano, la alhucema, la salvia o el romero.

Es fácil que puedas avistar también pequeños grupos de cabras montesas, algunas rapaces sobrevolando la zona, como el águila real o el águila perdicera, y otras especies de aves, como la chova piquirroja.  

La llegada a la cima de La Maroma te vendrá marcada por el punto geodésico ubicado en ella, ya en el municipio de Canillas de Aceituno. Se trata de una amplia loma redonda donde suele pegar el viento.

Desde este punto tendrás ocasión de divisar el perfil longitudinal de la Sierra de Tejeda y la Sierra Almijara, con los picos El Lucero, Cerro de los Machos, Cerro Cabañeros, Navachica y el Cielo. Más a lo lejos, marcando el horizonte, la Sierra de Lújar y la Sierra de las Albuñuelas.

Al sur se encuentra el mar de Alborán y, en las tardes con atmósfera clara, podrás ver la silueta de las montañas del Rif en el continente africano. Si orientas la mirada hacia levante, podrás contemplar la fascinante Sierra Nevada y, a su izquierda, los perfiles de la Sierra de Arana, la Sierra de Baza, la Sierra de Castril, e incluso la Sierra de Cazorla. La mirada al norte te llevará hasta la Sierra Horconera y otras sierras béticas, en el Parque Natural de las Subbéticas, con el pico de La Tiñosa, el más alto de la provincia de Córdoba. Al oeste podrás divisar toda la costa malagueña y gaditana hasta el Peñón de Gibraltar.

A poca distancia de la cumbre se encuentra la sima que le da nombre, de unos 30 metros de caída libre en su primer tramo, que era utilizada como nevero natural. Para acceder a ella se usaba una gruesa cuerda o maroma que permanecía fija en el lugar, de ahí la Sima de La Maroma.

Esta ruta es recomendable hacerla en primavera o en otoño, ya que en verano el calor es agotador y en invierno los días son más cortos, además de haber más riesgo de niebla que te puede desorientar y hacer perder el camino.

Ruta Botánica

La Ruta Botánica es una ruta circular de unos 7 km de recorrido, fácil de hacer, que transcurre dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en el entorno del Área Recreativa del Alcázar.

La ruta se inicia en el Área Recreativa del Río, junto al restaurante, y discurre por un espeso bosque de pinos, encinas, quejigos y enebros, entre otros.

Durante el recorrido y donde el bosque se abre, podrás disfrutar de bellas panorámicas, como la espectacular garganta que ha labrado el río en su discurrir y, al fondo, el Embalse de la Viñuela. También apreciarás maravillosas vistas de los escarpes y acantilados que conforman la Sierra de Tejeda y que culminan en el pico de La Maroma.

En algunos puntos del trayecto podrás contemplar además el extraordinario paisaje del oeste del municipio de Alcaucín, donde destaca la bella estampa de la Mesa de Zalia.   

Son numerosas las pozas y pequeñas cascadas de aguas cristalinas las que te encontrarás en el itinerario. También verás fuentes, como la Fuente de Eduardico o la Fuente del Tío Peligrán, aunque su volumen de agua dependerá de la época del año en la que realices la ruta.

En el recorrido hay dispuestos paneles que te proporcionan información botánica del entorno, así como de algunas especies de fauna que lo habitan, como la cabra montés.

Las épocas del año más recomendables para realizar la ruta son primavera, otoño o invierno.

Ruta Mesa de Zalia – Castillo de Zalia

Esta ruta transcurre por el oeste del municipio de Alcaucín, en su límite con el de Periana. Con un recorrido lineal de unos 5,5 km y una dificultad media, se inicia en un pequeño cruce de la carretera A-402 que sube desde el Puente Don Manuel hasta el Boquete de Zafarraya, donde se inicia un camino rural asfaltado que lleva hasta el pueblo de Periana.

Tras caminar unos 200 metros por dicho camino rural y llegar a una loma, podrás ascender a la Mesa de Zalia por la zona norte. Se trata de un precioso collado que se levanta al sur de la Sierra de Alhama, cuya silueta enamora desde cualquier punto donde lo observes. La meseta que conforma es inmensa, cubierta de matorral y salpicada por palmitos, aulagas y matagallos. Además, en ella hay restos de un asentamiento fenicio.

Una vez la cruces y te sitúes en la zona sureste de la misma, hasta llegar al Tajo Zalia, obtendrás unas panorámicas alucinantes. De norte a sur y solo moviendo la mirada, conseguirás unas vistas impresionantes del Boquete de Zafarraya, de la aldea de Espino, del Cerro Las Monjas y de La Maroma al fondo, con sus laderas cubiertas de bosques de pinos y el pueblo de Alcaucín a sus pies.

Siguiendo un recorrido semicircular por el borde sur de la meseta, llegarás a la Cruz de Zalia, colocada sobre un picacho por unos misioneros después de la Guerra Civil. Desde aquí las vistas que conseguirás son igualmente impresionantes de todo el valle de Alcaucín, del Embalse de la Viñuela y de los montes de la Baja Axarquía, donde también avistarás las localidades de Los Romanes, en Viñuela, y Comares. Como telón de fondo, el mar Mediterráneo y, en días claros, la silueta de las montañas del Rif, en África.

Continuando por un camino zigzagueante pasarás por la cortijada de El Toril, situada al suroeste de la Mesa de Zalia. Desde aquí y tomando el sendero en dirección sur, donde predominan los campos de olivar, llegarás a las ruinas del Castillo de Zalia. Se trata de una fortaleza en ruinas construida inicialmente por los fenicios y reconstruida posteriormente, con su actual doble anillo de murallas, por los árabes y conquistada por los Reyes Católicos en 1485. Tras la Rebelión de las Alpujarras protagonizada por los moriscos, el castillo se convirtió en prisión, iniciando su decadencia a finales del siglo XVI. Su nombre le viene de la reina árabe Zalia, de la que se decía que diariamente bajaba al río a bañarse.