En el entorno del municipio de Cómpeta, se encuentra una aldea a la que se le han atribuido calificativos como “el pueblo perdido” o “el pueblo escondido”. Se trata de El Acebuchal, una pequeña pedanía que fue abandonada durante 49 años y que hoy en día constituye un paraíso para el turismo rural y activo.
El Acebuchal se encuentra en pleno corazón del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, así como a unos 12 km de Cómpeta, 5 km de Frigiliana y 12 km de Nerja.
La aldea está enclavada en un precioso valle, en un entorno rural que te ofrece la posibilidad realizar distintas actividades relacionadas con la naturaleza. Asimismo, El Acebuchal te hará la boca agua con su gastronomía típica de la sierra, influenciada por la tradición árabe presente todavía en estos lugares de La Axarquía.
Descubre el pueblo perdido de El Acebuchal en Cómpeta
La trágica y esperanzadora historia de El Acebuchal
La pequeña aldea de El Acebuchal tiene tras de sí una triste historia, influenciada por la Guerra Civil y, más concretamente, por la posguerra.
No obstante, El Acebuchal remonta su historia a la época árabe, ya que la aldea aparece en las crónicas que relatan las revueltas moriscas del siglo XVI, y fue lugar de paso para los arrieros que transportaban productos entre las provincias de Málaga y Granada.
Al principio de la década de los años 40, El Acebuchal disfrutó de una buena época, casi todos los vecinos tenían la posibilidad de cultivar su huerto y de poseer ganado libre en la montaña. Obtenían carbón y madera de las sierras de los alrededores y el agua corría de forma permanente por un barranco a pie de sus casas. No había gente rica, pero tenían el privilegio de poder comer todos los días, algo difícil en la posguerra.
Sin embargo, esta situación se empezó a complicar debido a los enfrentamientos entre la Guardia Civil y los maquis. Estos componían una organización antifranquista que, una vez acabada la Guerra Civil, estuvo activa en grupos aislados en las zonas rurales y montañas de España.
Los vecinos de El Acebuchal se encontraron, por tanto, en la indeseable situación de estar entre dos fuegos. Por un lado, estaba el cuartel de la Guardia Civil en Frigiliana y, por el otro, los rebeldes que se escondían en las montañas de La Axarquía. Muchos de estos pertenecían a la Agrupación de Roberto, nombre que recibía la Novena Agrupación Guerrillera republicana. La formaban entre 100 y 200 hombres dirigidos por Juan José Muñoz Lozano (Roberto), antiguo comandante de las fuerzas republicanas.
Los maquis escondidos en la Sierra Almijara bajaban por la noche de las montañas hasta El Acebuchal a pedir ayuda, pero el régimen no toleró esto. Hubo secuestros y amenazas, hasta que, en agosto de 1948, el instituto armado obligó desalojar la aldea. Los vecinos podían seguir cuidando de sus cultivos y ganado, e incluso comer en sus casas, pero se les prohibía dormir allí. La mayoría de los vecinos de El Acebuchal no podían mantener dos viviendas, por lo que se fueron marchando todos y abandonando la aldea, dejándola sin habitantes en 1949.
De esta forma, los 180 vecinos que residían en esta aldea tuvieron que buscar un lugar nuevo en el que vivir.
Con el paso del tiempo, los fenómenos climatológicos y todo el mobiliario que se fueron llevando los vecinos, hicieron que solo quedara el esqueleto de las viviendas. Por esta razón, la aldea de El Acebuchal adquirió los calificativos de “pueblo fantasma” o “pueblo perdido”.
Sin embargo, la historia de El Acebuchal no termina aquí. Antonio García ‘El Zumbo’ había soñado durante toda su vida con hacer renacer esta aldea y, como ocurre con los sueños más apasionados, este se hizo realidad. En 1998, después de 49 años, la familia García Sánchez, a la que pertenece Antonio, decidió restaurar la aldea junto con Aurelio Torres ‘El Obispo’.
La reconstrucción del pueblo no fue fácil y esto se puede ver en que hasta el año 2003 estuvieron sin agua corriente y electricidad. En Cómpeta les facilitaron los permisos de restauración, pero el esfuerzo y el dinero lo puso esta familia y los que se fueron uniendo a este sueño.
Hoy en día, El Acebuchal se ha convertido en un paraíso para el turismo rural, donde encontrarás un lugar compuesto por unas 30 casas y enclavado en un valle del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Es un sitio ideal para hacer turismo activo por todo su entorno natural, ya que ofrece la oportunidad de realizar preciosas rutas de senderismo, entre otras actividades.
Además, es un punto en el que podrás degustar una gastronomía de montaña con una clara influencia árabe. El sitio perfecto para probar estas delicias es en el restaurante que regenta la familia García Sánchez, el Bar El Acebuchal.
Descubre la magia de El Acebuchal
Aunque ya sabes la historia de esta aldea y por qué se convirtió en un “pueblo perdido” o “pueblo fantasma”, es hora de que conozcas El Acebuchal como es hoy en día, qué hace que sea un edén para el turismo rural, la belleza de su arquitectura y los platos más típicos que podrás degustar aquí.
El Acebuchal, un paraíso para el turismo rural
Para empezar, lo que hace que esta aldea sea una opción idónea para que disfrutes del turismo rural es su perfecta localización.
El Acebuchal se encuentra dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en concreto, está enclavado en un valle en la falda del Cerro Verde, en la Sierra de Almijara. Su acceso ya vislumbra parte de su encanto rural, al ser por un camino de tierra con curvas. La vegetación está compuesta por especies de pino, enebros, sabinas, majuelos, retama, tomillo, romero y orquídeas, entre otras. Mientras, su fauna se compone principalmente de águilas, zorros, buitres, aguiluchos y jabalíes.
Su entorno natural te invita a hacer turismo activo, sobre todo alguna de las maravillosas rutas de senderismo de la zona. Una de las rutas de Frigiliana, la ruta verde, parte desde el mismo pueblo y transcurre por una senda que te lleva hasta la aldea de El Acebuchal. Durante su recorrido podrás disfrutar de un precioso camino por las inmediaciones de la Sierra de Almijara.
Por otro lado, existe otra ruta que lleva a la Fábrica de la Luz, un área recreativa y zona de acampada controlada que se encuentra dentro del municipio de Canillas de Albaida. La ruta es de unos 4 km y es ideal para disfrutar de un picnic al final del recorrido. Su entorno es de una extraordinaria belleza y en él te puedes relajar escuchando el cantar de los pájaros y el sonido del agua descender por el río Turvilla, el cual bordea el lugar.
Además, si decides recorrer la Gran Senda de Málaga, esta tiene como paso obligado El Acebuchal. Esto es en la etapa 6 de Frigiliana a Cómpeta, donde podrás descansar del duro camino y apreciar esta preciosa aldea.
El Acebuchal, la aldea encontrada de un pueblo perdido
La aldea de El Acebuchal acompaña al entorno rural que compone este fragmento del parque natural, lo cual, permite apreciar una arquitectura de casas blancas donde el aspecto de sus puertas y ventanas llama especialmente la atención. Estas están pintadas con colores muy vivos, lo que genera un contraste de gran belleza con el blanco de las casas.
Pasear por sus calles empedradas es algo que no podrás olvidar, en particular, apreciando el atractivo de sus viviendas adornadas con flores y percibiendo sus olores a geranio y jazmín. Todo esto, disfrutando de una desconexión total, ya que no dispone de cobertura ni datos de internet. Tan solo el Bar El Acebuchal cuenta con red Wifi, por lo que no olvides llevar dinero en efectivo si deseas comer en la aldea o comprar algún recuerdo.
No te puedes marchar sin conocer la Capilla de San Antonio, en la que verás una placa de agradecimiento a todos las personas que hicieron posible su construcción.
Si ya estás pensando una fecha para visitar El Acebuchal, debes saber que el sábado después del Día de San Juan es un buen momento. En este día se celebran las Fiestas de la Inmaculada Concepción, en la que tendrás la oportunidad de disfrutar al máximo de toda la belleza, cultura y tradición de esta aldea.
Sin lugar a dudas, El Acebuchal es un sitio del que no querrás marcharte.
La gastronomía única de El Acebuchal
La gastronomía de El Acebuchal está basada, como ya he mencionado antes, en una cocina típica de la sierra influenciada por el pasado árabe de estas tierras. Un lujo que no te puedes quedar sin probar.
Los platos que podrás degustar en esta aldea están compuestos por productos ecológicos de la huerta y carnes de caza, como son el jabalí, el ciervo o el gamo. De esta forma, se elaboran guisos tradicionales, recuperados de recetas musulmanas, platos serranos, de carnes con su guarnición, e incluso opciones vegetarianas.
Todo esto lo podrás acompañar de un buen vino de la tierra, los cuales tienen una fama que excede sus fronteras. Y es que el municipio de Cómpeta destaca por la calidad de sus vinos o caldos, como se les sigue aún definiendo. Entre los distintos vinos de Cómpeta, los que más destacan son los vinos dulces, en especial, el vino moscatel.
Para poder disfrutar de estas maravillas de la gastronomía que te ofrece El Acebuchal, la aldea cuenta con dos restaurantes en los que degustar sus platos más típicos. Por un lado, está el Bar El Acebuchal, que, como ya sabes, pertenece a la familia García Sánchez. Este bar tiene la particularidad de que el pan es elaborado por ellos mismos con masa madre y, además, ofrecen conexión Wifi. Por otro lado, encontrarás el restaurante The Lost Village. En ambos podrás disfrutar de la comida tradicional del lugar y, de esta forma, terminar de descubrir el pueblo perdido de El Acebuchal.
¿Quieres promocionar una actividad rural o negocio en nuestra web?
Si dispones de una actividad rural o un negocio en un sitio único y relacionado con el turismo rural, pulsa sobre el siguiente botón y encuentra cómo promocionarla y conseguir una mayor visibilidad.