El Parque Natural de la Sierra de Grazalema, con 52.000 hectáreas, está situado al noreste de la provincia de Cádiz y al noroeste de la provincia de Málaga, en el macizo más occidental de la Cordillera Bética. Comprende varias sierras, entre las que destacan la Sierra del Pinar, la Sierra del Endrinal, la Sierra del Caíllo, la Sierra de Zafalgar y la Sierra Margarita.
Entre los límites del Parque Natural de la Sierra de Grazalema se encuentran los municipios de Grazalema, Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Prado del Rey y El Gastor, en Cádiz; Benaoján, Montejaque, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar y Ronda, en Málaga.
Atendiendo a sus características naturales, el Parque Natural de la Sierra de Grazalema está considerado una de las zonas de mayor importancia ecológica de Andalucía. Su singular riqueza de fauna y flora, ha hecho que fuera dotado de la calificación de Reserva de la Biosfera desde el año 1977.
Qué ver en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema
Patrimonio cultural de la Sierra de Grazalema
El Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en Cádiz, guarda también un interesante legado histórico, albergando un gran número de yacimientos arqueológicos y restos históricos, desde necrópolis hasta simas.
Entre los municipios que conforman la Sierra de Grazalema hay declarados seis Conjuntos Históricos, como la villa de Benaocaz, la población de Ronda, la villa de Zahara de la Sierra, la población de Ubrique, el casco antiguo de la población de Grazalema y la población de Algodonales.
También encontramos entre los municipios de la Sierra de Grazalema, Bienes de Interés Cultural como el Cabezo de Hortales en Prado del Rey, la Necrópolis de los Gigantes en Ronda, el Castillo de Zahara de la Sierra, el Castillo de Benaocaz, el Castillo de Aznalmara en Ubrique, la Cueva de la Pileta en Benaoján, la Torre Hexagonal en Zahara de la Sierra, las Murallas de Benaocaz, el Castillo de Fátima en Ubrique, la Cueva del Gato en Benaoján y la Torre de Agüita en Ronda.
Paisajes de la Sierra de Grazalema
Desde el punto de vista orográfico, el Parque Natural de la Sierra de Grazalema en Cádiz constituye el núcleo más alto y escarpado de la provincia.
El paisaje del Parque Natural de la Sierra de Grazalema destaca principalmente por el inmenso desarrollo que ostentan los relieves sobre rocas calizas. Junto a estos materiales, aparecen otros tipos de roca que, al generar un paisaje diferente, producen un bellísimo contraste que es, sin duda, uno de sus atractivos más particulares.
Por su topografía y especiales condiciones climatológicas, el Parque Natural de la Sierra de Grazalema presenta como su rasgo más original la presencia de un modelado periglaciar aún activo que ha dado lugar a la formación de canchales (Sierra del Pinar, Sierra de Líbar y Sierra de Juan Diego).
Desde el punto de vista de la hidrografía, los contactos bruscos (fracturas, corrimientos, discordancias) entre las capas poco permeables del Cretáceo y las capas kársticas, hacen que la Sierra de Grazalema posea una organización hidrográfica original, que se distingue por sus importantes manantiales.
Flora de la Sierra de Grazalema
La evolución geológica del terreno del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, dio lugar a la aparición de especies endémicas como el pinsapo, la encina, el quejigo, el alcornoque y el algarrobo; todas típicas del bosque mediterráneo.
En la Garganta de Barrida, perteneciente al término de Ubrique, podemos apreciar una de las zonas más bonitas del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, dominada por el quejigo andaluz. Estos quejigares se acompañan de brezos.
En el Parque Natural de la Sierra de Grazalema también podemos encontrar bosquetes de alcornocales en lugares como el Río Gaduares, la Depresión del Tavizna y la Garganta de Barrida. Pero la especie forestal más característica de la Sierra de Grazalema de todas cuantas podemos apreciar, es el pinsapo, quizá por tratarse de un abeto exclusivo de esta serranía. La mejor masa de pinsapos que existe en la actualidad y que no debemos dejar de ver si tenemos ocasión, se encuentra en la umbría de la Sierra del Pinar, un territorio de inusitada belleza y singular encanto que forma un bosque de más de trescientas hectáreas de pinsapos y el cual es único en el mundo. Otras zonas donde podemos contar con su presencia, son en la Sierra de Hinojar, la Sierra de Labradillo, la Sierra de Zafalgar, la Sierra de Caíllo, la Sierra Margarita, la Sierra de la Silla y la Sierra de los Pinos; si bien en todos estos lugares aparecen ejemplares aislados o algunas veces formando pequeños bosquetes. El pinsapar, por otra parte, no forma masas homogéneas ya que suele aparecer mezclado con las encinas, sobre todo en los enclaves altos, y con los quejigos, en los bajos. En las cotas elevadas, el pinsapo se ve acompañado de bosquetes de serbales y arces, así como de formaciones rupícolas que constituyen la vegetación más variada e importante desde el punto de vista floral, ya que aparecen una gran diversidad de hábitats en los que coexisten numerosas especies.
Finalmente, podemos encontrar también en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, ejemplos de bosques de galería, compuestos por diversas especies de sauces, que ocupan preferentemente las cabeceras de ríos y arroyos en las zonas de aguas limpias. Entre los sauces se intercalan además otros ejemplares como el fresno y el olmo, y en las zonas más bajas, se incorpora el álamo blanco y el chopo. La mejor representación del bosque en galería se ubica en el curso alto del Río El Bosque (entre El Bosque y Benamahoma). Otros maravillosos ejemplos de bosque en galería se encuentran en el Río Tavizna y en algunos tramos de las orillas del Río Ubrique, el Arroyo Bocaleones y el Río Guadalete.
Fauna de la Sierra de Grazalema
El Parque Natural de la Sierra de Grazalema cuenta con una rica e interesante fauna, debido a la abundante vegetación que genera una importante cantidad de recursos alimenticios; hablamos, sobre todo, de las frutas otoñales, así como de los pastos de primavera e invierno.
La coexistencia en un área relativamente reducida de tal número de biotopos es, así mismo, otra de las causas que explican la existencia de un variado número de especies animales que pueblan la Sierra de Grazalema.
En el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, sobresalen especies como el buitre leonado, que tiene en este enclave una de las mayores colonias de toda Europa, o la cabra hispánica o cabra montés. Pero, para conocer dicha variedad, lo mejor y más apropiado será situarnos en el biotopo particular de cada una de estas especies.
Comenzamos por el biotopo forestal, el dominante en la Sierra de Grazalema, donde incluimos todas las formaciones arbóreas, y también subarbóreas, con independencia de las especies que aparezcan como dominantes. Estas zonas se hallan ocupadas por algunos representantes del grupo de los mamíferos, como son el ciervo, el corzo, el canelo, el lirón careto, el topillo común o el ratón de campo. No obstante, la mayor parte de sus integrantes pertenecen al grupo de las aves, de entre las que destacan la paloma torcaz, la tórtola, el lúgano, el verderón común, el pinzón, el mochuelo, el picogordo, el gorrión molinero y el escribano soteño. Gozan de mayor número de individuos las especies de aves insectívoras, como el pito real, el pico picapinos, el cuco, la abubilla, el autillo, la curruca mosquitera, el reyezuelo listado, el colirrojo real y el carbonero común. Entre el grupo de depredadores, el parque conserva algunas especies que están en peligro de extinción, como son el gato montés, el meloncillo, el cárabo y el búho real, además de otras especies de gran interés como el águila calzada o el gavilán, y reptiles como la víbora o la culebra de esculapio.
En el biotopo rupícola del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a diferencia del anterior, solo encontraremos una pequeña biomasa vegetal. Aparecen aquí aves como la paloma bravía, el escribano montesino y el gorrión chillón, y también mamíferos como la cabra montés. Entre los predadores, el búho real, el halcón común, el águila real y el águila perdicera, acompañados por algunos mamíferos como la garduña o la comadreja. Los reptiles están representados por especies como el lagarto ocelado, la víbora hocicuda o la culebra bastarda, y entre los necrófagos, destacan el buitre común, el buitre leonado, el alimoche y el cuervo.
Las zonas de matorrales del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, sin tener en cuenta su origen siempre presentan características fisonómicas comunes que posibilitan su agrupación como un biotopo, destacan por su abundancia de especies. Entre los vertebrados, cabe destacar el ratón de campo, el topillo común, el lirón careto y el conejo. Las aves más comunes son el jilguero, el verdecillo, el triguero y la perdiz roja. Existen algunos anfibios y reptiles como el sapillo moteado y el sapo de espuelas; la lagartija colilarga y la lagartija colirroja.
Por último, la abundancia de especies atrae predadores procedentes de otros lugares, aunque la Sierra de Grazalema en Cádiz también cuenta con predadores propios, tales como el lagarto ocelado, la víbora hocicuda, el cernícalo primilla y la comadreja.
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